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Valoración de CEA sobre los datos de la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre de 2017
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CEA CONSIDERA QUE HAY QUE INCENTIVAR LA ACTIVIDAD EMPRESARIAL PARA CONSOLIDAR LA CALIDAD Y LA ESTABILIDAD EN EL EMPLEO

Valoración de CEA sobre los datos de la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre de 2017

La organización empresarial andaluza valora favorablemente los datos de la EPA y aboga por la eliminación de las trabas burocráticas y fiscales

CEA considera que, siendo excelente la evolución del empleo en el segundo trimestre del año en Andalucía, con 160.800 parados menos con respecto al año pasado y con una tasa de desempleo que ha bajado 4,46 puntos, queda todavía mucho camino por recorrer para consolidar el empleo en nuestra región, puesto que persiste una alta tasa de paro, 25,24 %, y unas cifras absolutas de desempleo preocupantes, con un millón de parados.

Ciertamente, en el segundo trimestre de 2017 se han obtenido unos resultados muy positivos para el empleo en Andalucía, puesto que nuestra Comunidad tiene 72.200 parados menos, y 53.500 ocupados más, dato que alcanza los 129.200 ocupados más si lo comparamos con los del año pasado.

Por tanto, la Confederación de Empresarios de Andalucía aboga por profundizar en la reforma del mercado laboral y por desarrollar medidas que favorezcan las inversiones y la iniciativa empresarial. Se trata de incentivar la actividad empresarial con el objetivo de consolidar la calidad y la estabilidad en el empleo, puesto que no hay empleo sin empresas.

La organización empresarial andaluza insiste en que el empleo debe ser una prioridad política y social de carácter nacional, por lo que hay que llevar a cabo planes de acción concretos y precisos, para incentivar la contratación laboral. Actuaciones que han de acompañarse de la eliminación de trabas fiscales, burocráticas y de hiperregulación. Hay que generar un ecosistema favorable a la inversión y a la iniciativa empresarial.

Para CEA hay que promover, entre las empresas, el compromiso estratégico con el talento y las personas que las integran para mejorar su competitividad. Y reclama, por tanto, una formación continuada y permanente, que se adapte a los nuevos retos de las empresas en una economía global y sumida en el proceso de la digitalización.

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