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¿Puede ser el dengue una enfermedad profesional?

Sevilla 4 de abril de 2023. Fuente: c5n.com

No está incluida en el listado de enfermedades profesionales. Ante un caso puntual se puede pedir el reconocimiento ante las comisiones médicas de la SRT.

Según datos publicados por el Ministerio de Salud de la Nación, los casos de Dengue habrían aumentado el 95% en una sola semana en todo el país. Así mismo se informan 5 muertes, tres en Tucumán, una en Santa Fe y una en Jujuy. Además, datos de profesionales del Gobierno de la Ciudad, y de algunos centros de atención privados, el flujo de personas que consultan por dengue están llevando las guardias a situaciones cercanas al colapso.

El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas les transmite esta enfermedad. El contagio solo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna.

Se sabe de la existencia de cuatro serotipos de virus que no desencadenan inmunidad cruzada, lo cual significa que una persona puede infectarse y enfermar hasta cuatro veces.

El dengue es una enfermedad de amplio espectro clínico incluyendo desde cuadros inaparentes hasta cuadros graves, que pueden evolucionar a muerte, por lo tanto, debe ser vista como una sola enfermedad que puede evolucionar de múltiples formas.

Entre las formas graves se destaca la hepatitis, la insuficiencia hepática, encefalopatía, miocarditis, hemorragias severas y choque.

El espectro clínico del dengue tan variado explica la diversidad de cuadros clínicos que podemos encontrar en una población durante un brote epidémico, pues algunos pacientes (la mayoría) cursarán con sintomatología leve y erróneamente ni siquiera buscarán atención médica; otros tendrán síntomas inespecíficos y otros estarán muy afectados, con gran postración y quizás con una evolución desfavorable, deterioro clínico y muerte; a veces en pocas horas.

El signo cardinal del dengue es la fiebre que se asocia a cefalea, dolor retroocular, artralgias, mialgias. En esta fase febril no es posible reconocer si el paciente va a evolucionar a la curación espontánea o si es apenas el comienzo de un dengue grave, con shock o grandes hemorragias.

Existen signos de alarma que anuncian la inminencia del choque, tales como el dolor abdominal intenso y continuo, los vómitos frecuentes, la somnolencia y/o irritabilidad, así como la caída brusca de la temperatura que conduce a hipotermia a veces asociada a lipotimia.

Después de la etapa crítica, en un tiempo variable y con la atención médica adecuada se evoluciona generalmente hacia la recuperación.

Cada uno de los cuatro virus del dengue puede producir cualquier cuadro clínico mencionado previamente.

Luego de la infección la persona adquiere inmunidad de por vida contra ese serotipo en particular. Pero la inmunidad cruzada a los otros serotipos es parcial y temporal, y esa misma persona puede infectarse por los demás serotipos.

La principal complicación es que estas infecciones posteriores, también llamadas secundarias, elevan el riesgo de padecer dengue grave. Esta es otra forma en que se manifiesta la enfermedad, anteriormente llamada dengue hemorrágico, puede poner en riesgo la vida.

Siendo, una enfermedad transmitida por un vector, mosquito, se entiende que será más frecuente en aquellas zonas que sean más favorable a la reproducción de este vector, es decir, los jardines de las viviendas y los recipientes con agua, acumulación de basura en lugares abiertos que proporcionan microambientes húmedos ideales para el mosquito.

El Aedes aegypti tiene hábitos domiciliarios y peridomiciliarios, por lo que la enfermedad es predominantemente urbana, reproduciéndose el agente en espacios abiertos como plazas, parques, piscinas de uso público, balnearios, cementerios, basurales, terrenos baldíos etc.

¿Es posible considerar al dengue como una enfermedad profesional?

Desde el punto de vista estricto de nuestra normativa en Riesgos del Trabajo, se consideran enfermedades profesionales aquellas que se encuentran incluidas en el listado elaborado por el Poder Ejecutivo. Las enfermedades no incluidas en el listado, como sus consecuencias, no serán consideradas resarcibles.

El dengue, no se encuentra incluido dentro del mencionado listado, por ende, su eventual origen ocupacional no goza de un reconocimiento automático.

Por ello, si se desea obtener el reconocimiento profesional de esta enfermedad, se deberá recurrir al procedimiento para las enfermedades no listadas.

En efecto, la Ley de Riesgos de Trabajo, en virtud de modificaciones posteriores a su sanción, contempla que serán igualmente consideradas enfermedades profesionales aquellas otras que, en cada caso concreto, la Comisión Médica Central determine como provocadas por causa directa e inmediata de la ejecución del trabajo, excluyendo la influencia de los factores atribuibles al trabajador o ajenos al trabajo.

Es decir, para el reconocimiento del origen ocupacional del dengue, ante un caso puntual, el damnificado podrá solicitar dicho reconocimiento ante las comisiones médicas de la SRT, presentando un recurso medicamente fundado orientado a demostrar la concurrencia del agente de riesgo, exposición, cuadros clínicos y actividades con eficiencia causal directa respecto de su dolencia.

Actividades como la jardinería, vigilancia y prestación de servicios en entornos vegetales, recolección y saneamiento de basura en espacios abiertos, son ocupaciones que poseen un riesgo francamente aumentado de contacto con el Aedes aegypti, y obviamente mayor probabilidades de contraer dengue, dicha situación le confiere a estas actividades la requerida eficiencia causal directa, por consiguiente serían ocupaciones que potencialmente podrían solicitar, en caso de contraer enfermedad, su reconocimiento como enfermedad profesional.

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